Con lo que las obras en el cercano Parque Las Heras inquietaron con justa razón a los vecinos y una notable colección de ONGs porteñas. El macrismo intentó varias veces hacer exactamente lo mismo que en la Mitre, excavar rentables estacionamientos y llenar el parque de rampas hacia las profundidades. Esto podría ser más neutral al paisaje, excepto que para abaratar costos no se excava un estacionamiento por abajo del parque existente sino que se tala el parque, se cava a cielo abierto, se construye un techote de hormigón y luego se cubre con tierra. La tierra alcanza para el pasto y algunos arbustos, pero no para los árboles. Por eso los penosos macetones que luce la plaza Mitre, para darles espacio para las raíces.Como este parque es un sitio arqueológico que contiene los cimientos y pavimentos del lúgubre penal -lugar donde se ejercía la pena de muerte en la Capital- los amparos terminaron siendo interminables y el gobierno porteño se rindió. Ahora, el proyecto es "poner en valor" el parque, y la misma frase inquieta por su tradición de ser la excusa para hacer las cosas así nomás. Por ejemplo, entre las pocas cosas que los funcionarios a cargo explicaron a los vecinos está que van a talar setenta y nueve árboles porque son "especies no aptas" que plantaron los mismos vecinos. Esta mentalidad de perro del hortelano despierta dos preguntas. Una es si lo que molesta no es que los vecinos se hayan hecho cargo de algo que su gobierno no hacía. La otra es desde cuándo hay especies "no aptas" en parque, ya que el argumento es perfectamente cuerdo en las calles, donde abundan los ficus que se rompen en las tormentas, pero no tanto en un parque.El resto del proyecto preocupa por la cantidad de cemento que implica: rediseño de los senderos, caniles, circuito aeróbico, creación de "zonas de estar". Como se ve, se sigue pensando que un espacio verde donde hay pasto y árboles está vacío, sin nada, y que una ciudad necesita tapar tanto verde con instalaciones, con construcciones, con objetos y lugares impermeables. No extraña que el contrato que ganó la firma Salvatori SA sea por 57 millones de pesos. De todos modos, hay que aclarar que esto es apenas un boceto del proyecto, que de ninguna manera fue difundido en su totalidad. Los vecinos dicen que le pidieron una y otra vez el proyecto completo al presidente de la Junta Comunal, Alejandro Pérez, que nunca lo exhibió. Esto es llamativo e irregular, pero para más esta manera de hacer las cosas infringe la ley de comunas. El proyecto debería haber sido aprobado por el Consejo Consultivo de la Comuna 14 y además debería haberse realizado una audiencia pública y un informe de impacto ambiental para debatir la considerable disminución de la capacidad absorbente del parque debido a tanto hormigón. Para completar las irregularidades, algo que funcionarios municipales sí dijeron a los vecinos es que las talas van a continuar pese a que sigue en firme la orden del juez Guillermo Schleiber de que no se toque un sólo árbol sin su venia. El fallo del juzgado porteño 13 fue a raíz de un amparo por la poda asesina, sin la menor catadura técnica, que realiza el macrismo en nuestras calles. El Ejecutivo debe haber utilizado la orden judicial en los retretes, porque las podas siguieron por todas partes. Ante eso, Agenda Urbana, Basta de Demoler, Manzana 66 Verde y Pública, Queremos Buenos Aires, Basta de mutilar nuestros árboles, Observatorio del derecho a la Ciudad, Observatorio de patrimonio y políticas urbanas, y varias otras ONG convocaron para hoy a las tres de la tarde un abrazo al Parque Las Heras. La cita es en la esquina de Las Heras y Coronel Díaz, el objetivo es mostrar el rechazo de los ciudadanos a esta barbarie, y la esperanza es que en un año electoral alguien se acuerde de los votantes y pare o modifique el proyecto.
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