Nuestra solidaridad con PabloTorres
Buenos Aires 29 de marzo de 2019
Las trabajadoras y trabajadores de la Feria de Libros del Parque Rivadavia manifestamos
nuestro total rechazo a la arbitraria medida tomada contra nuestro compañero Pablo Torres, titular del puesto 98, que está siendo injustamente sancionado por la Dirección de Ferias a cargo del Sr Gabriel Kuasnosky.
Pablo, viene desarrollando su tarea desde hace más de 20 años, con una conducta intachable.
Se está faltando a la verdad al decir que agredió de palabra con insultos y gritos a los
inspectores Luis Reinoso y Martín Vasconcelo, constándole esto a un vecino, a uno de nuestros delegados, como así también a varios feriantes, quienes dan fe de esto.
La sanción aplicada (prohibición de abrir su puesto por 3 días) atenta contra nuestro derecho al trabajo y provoca un enorme perjuicio económico a nuestras familias.
De más está decir que ya venimos fuertemente castigados en nuestras economías debido al traslado de la feria, con todas las consecuencias negativas que esto implica, afrontando una inmensa cantidad de gastos extras vinculados a este tema, trabajando en condiciones inhumanas, sin acceso al agua potable, sin suministro eléctrico, ni baños.
Hemos sufrido la muerte de un compañero que se descompensó por haber estado expuesto a las altas temperaturas del verano sin la más mínima protección, y nuestras compañeras jefas de hogar han tenido que venir a trabajar con sus hijos exponiéndolos a estas condiciones para que no les computen las inasistencias.
Consideramos totalmente desmedida y arbitraria el tipo de sanción que tomaron contra Pablo Torres, ya que no se condice con su conducta ni con su trayectoria.
Por otra parte, entendemos que siendo todos adultos responsables y respetuosos, debería
haber otra manera de resolver este conflicto en particular, y todos los que se pudieran
presentar, sin aplicar medidas coercitivas que solo tienden a querer disciplinarnos.
Creemos que, antes de aplicar cualquier tipo de sanción, deberían tener en cuenta a las dos partes, escuchar al permisionario y su descargo.
El derecho a la legítima defensa que tenemos como
ciudadanos no ha sido respetado, por lo tanto pedimos que de manera inmediata se desestime la sanción aplicada al compañero, y si es necesario se lo cite junto a las personas que estuvieron presentes en el hecho, a fin de corroborar la falsedad de las acusaciones de las que ha sido objeto.
Ni al más vil de los delincuentes se lo trata como se ha tratado a nuestro compañero
negándole hasta el derecho constitucional de su legítima defensa.
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