Nota aparecida en el diario amigo "Caballito Regalado" acerca de la empresa Morixe.
Cosechando amistad
Cinco trabajadores de la empresa Morixe Hnos. recuerdan los días que compartieron en la planta que se ubicaba al lado del club Ferrocarril Oeste.
El viejo molino de Morixe Hnos. fue un emblema caballitano durante décadas. Desde 1938, sus enormes silos sobresalían en la panorámica de casas bajas típico de la zona norte de nuestro barrio. Sin embargo, aquellos fenomenales depósitos de granos fueron demolidos setenta años después para levantar torres de nulo valor arquitectónico.
El "Molino de Caballito" de Cucha Cucha 234 guardaba miles de historias que quedarán inexorablemente en el olvido. Algunas, sin embargo, perdurarán en la memoria de quienes pasaron gran parte de su vida allí. Precisamente Julio, Guillermo, Daniel, Juan Carlos y "Palo" forjaron su amistad en aquel recordado edificio, lugar en el cual trabajaron y compartieron vivencias entrañables.
- ¿Qué tipo de trabajo desempeñaban en Morixe Hnos.?
- La mayoría de nosotros estaba en el sector "Expedición", que era donde se hacía el trabajo más pesado. Pensá que teníamos que llenar un camión con 600 bolsas de harina, y que cada una pesaba 50 kilos… ("Palo").
- Hasta el ´95 o el ´96 los vagones del tren entraban directamente por una plataforma que todavía está. Después los llenaban desde un tanque que contenía el trigo, y se trasladaba por ferrocarril. Mucho de ese producto se exportaba principalmente a Medio Oriente, Nigeria, Cuba e Islas Canarias. Ya en los últimos tiempos el principal comprador era Brasil (Juan Carlos).
- También trabajábamos con una máquina alemana, una fraccionadora, que tenía más de cincuenta años. Por hora armábamos 224 paquetes de quince kilos de harina y 74 de uno… ("Palo").
- ¿Qué relación tenían con el barrio?
- La empresa tuvo en su momento problemas con los vecinos por denuncias por ruidos molestos y contaminación, por el polvillo que quedaba como residuo. Pensá que cuando instalaron el viejo molino la zona estaba casi deshabitada… ("Palo").
- Nosotros solíamos ir los viernes a "El Anden" a jugar a la pelota, pero la mayoría vivimos en otros barrios (Guillermo).
- Entre nosotros siempre hubo una relación amistosa… Yo trabajé ahí desde el ´78, y en el mejor momento de la empresa éramos 320 personas. Eso fue en los ochenta, pero para 2001 ya bajamos a 250. Después vino el cierre por un año… ("Palo").
- ¿Cómo sobrellevaron ese momento?
- Fue jodido porque el cierre fue de un día para el otro, y estuvimos cobrando un seguro de desempleo durante un año ("Palo").
- Igual hay que decir que la empresa nos atendió. Siempre hubo diálogo, nunca nos dejaron tirados… (Julio).
- Se cobraba a cuentagotas, pero se cobró… (Guillermo).
- Fue un cierre raro porque la empresa no había quebrado, sino que se mantuvo cerrada durante un año. Nosotros desconocíamos nuestros derechos y empezamos a averiguar… De todos modos Morixe no despedía gente así porque sí, el puesto lo tenías asegurado. ("Palo").
- ¿Y cómo se resolvió todo?
- Morixe se fue a la localidad de Benito Juárez en febrero de 2008 y se llevó seis personas que aceptaron la oferta de trabajar allá. Unos quince empleados decidieron jubilarse y nosotros, que seremos unos quince también, ahora trabajamos en el molino Osiris de Parque Patricios… En su momento estuvimos dos meses y medio en nuestra casa, fue una situación jodida. Pero todos juntos pudimos salir adelante… ("Palo").
El "Gigante de Caballito", la fortaleza cerealera de hierro y hormigón, cedió su reinado del horizonte ante la piqueta fatal del "progreso". La panorámica de una parte sustancial del barrio perdió su decorado más célebre. De todos modos, su recuerdo perdurará en quienes posamos miles de veces nuestras miradas en él y, fundamentalmente, en el corazón de los trabajadores que en sus entrañas se ganaban el pan con su esfuerzo cotidiano.
Foto: Eduardo J. Torres.
ANECDOTARIO
- "Esta empresa fue fundada en 1901 por D. Francisco Morixe, que ya desde 1885 se dedicaba a la industria molinera, habiendo explotado uno en Campana, bajo el rubro comercial Francisco Morixe y Cia., años después dirigió el molino Rivadavia, en la Capital Federal, asociándose -asimismo- con los señores Battaglia y Costa, razón que subsistió por siete años, modificándose al cabo de ellos, para quedar la firma con los nombres de los señores Morixe y Costa durante tres años más.
En el año 1901 cambió de nuevo de rubro, registrándose el de Francisco Morixe e hijos hasta el año 1913, año en que el 3 de abril falleció el fundador, cuando ya tenía planeado el nuevo establecimiento, que constituiría uno de los mejores entre los de su género. Sus hijos, sucesores de la firma, llevaron a la práctica esa iniciativa, construyendo el edificio de la calle Rojas 49…"*.
* Fuente consultada: "El barrio de la veleta. Historia del Caballito" (Osvaldo Carlos Sidoli).
ENCUENTROS
- "Morixe Hnos. inauguró el molino en Cucha Cucha 234 en 1938, y luego se desprendió de sus establecimientos de Pigüe, Bahía Blanca y el de la calle Rojas. De este modo decidió concentrar y trasladar su fábrica y su centro de administración al nuevo molino. El "Molino de Caballito" comenzó con una capacidad de molienda de 240 toneladas diarias y acceso ferroviario para la recepción de materias primas y expedición de productos elaborados. Décadas posteriores su capacidad de molienda de trigo fue llevada a una capacidad de 750 toneladas diarias, sumándole un molino semolero de 130 toneladas diarias adicionales. Esta ampliación industrial y comercial le permitió posicionarse como una de las empresas líderes con el 4,5% de participación en el mercado interno de harinas y ser un activo exportador…".
Cosechando amistad
Cinco trabajadores de la empresa Morixe Hnos. recuerdan los días que compartieron en la planta que se ubicaba al lado del club Ferrocarril Oeste.
El viejo molino de Morixe Hnos. fue un emblema caballitano durante décadas. Desde 1938, sus enormes silos sobresalían en la panorámica de casas bajas típico de la zona norte de nuestro barrio. Sin embargo, aquellos fenomenales depósitos de granos fueron demolidos setenta años después para levantar torres de nulo valor arquitectónico.
El "Molino de Caballito" de Cucha Cucha 234 guardaba miles de historias que quedarán inexorablemente en el olvido. Algunas, sin embargo, perdurarán en la memoria de quienes pasaron gran parte de su vida allí. Precisamente Julio, Guillermo, Daniel, Juan Carlos y "Palo" forjaron su amistad en aquel recordado edificio, lugar en el cual trabajaron y compartieron vivencias entrañables.
- ¿Qué tipo de trabajo desempeñaban en Morixe Hnos.?
- La mayoría de nosotros estaba en el sector "Expedición", que era donde se hacía el trabajo más pesado. Pensá que teníamos que llenar un camión con 600 bolsas de harina, y que cada una pesaba 50 kilos… ("Palo").
- Hasta el ´95 o el ´96 los vagones del tren entraban directamente por una plataforma que todavía está. Después los llenaban desde un tanque que contenía el trigo, y se trasladaba por ferrocarril. Mucho de ese producto se exportaba principalmente a Medio Oriente, Nigeria, Cuba e Islas Canarias. Ya en los últimos tiempos el principal comprador era Brasil (Juan Carlos).
- También trabajábamos con una máquina alemana, una fraccionadora, que tenía más de cincuenta años. Por hora armábamos 224 paquetes de quince kilos de harina y 74 de uno… ("Palo").
- ¿Qué relación tenían con el barrio?
- La empresa tuvo en su momento problemas con los vecinos por denuncias por ruidos molestos y contaminación, por el polvillo que quedaba como residuo. Pensá que cuando instalaron el viejo molino la zona estaba casi deshabitada… ("Palo").
- Nosotros solíamos ir los viernes a "El Anden" a jugar a la pelota, pero la mayoría vivimos en otros barrios (Guillermo).
- Entre nosotros siempre hubo una relación amistosa… Yo trabajé ahí desde el ´78, y en el mejor momento de la empresa éramos 320 personas. Eso fue en los ochenta, pero para 2001 ya bajamos a 250. Después vino el cierre por un año… ("Palo").
- ¿Cómo sobrellevaron ese momento?
- Fue jodido porque el cierre fue de un día para el otro, y estuvimos cobrando un seguro de desempleo durante un año ("Palo").
- Igual hay que decir que la empresa nos atendió. Siempre hubo diálogo, nunca nos dejaron tirados… (Julio).
- Se cobraba a cuentagotas, pero se cobró… (Guillermo).
- Fue un cierre raro porque la empresa no había quebrado, sino que se mantuvo cerrada durante un año. Nosotros desconocíamos nuestros derechos y empezamos a averiguar… De todos modos Morixe no despedía gente así porque sí, el puesto lo tenías asegurado. ("Palo").
- ¿Y cómo se resolvió todo?
- Morixe se fue a la localidad de Benito Juárez en febrero de 2008 y se llevó seis personas que aceptaron la oferta de trabajar allá. Unos quince empleados decidieron jubilarse y nosotros, que seremos unos quince también, ahora trabajamos en el molino Osiris de Parque Patricios… En su momento estuvimos dos meses y medio en nuestra casa, fue una situación jodida. Pero todos juntos pudimos salir adelante… ("Palo").
El "Gigante de Caballito", la fortaleza cerealera de hierro y hormigón, cedió su reinado del horizonte ante la piqueta fatal del "progreso". La panorámica de una parte sustancial del barrio perdió su decorado más célebre. De todos modos, su recuerdo perdurará en quienes posamos miles de veces nuestras miradas en él y, fundamentalmente, en el corazón de los trabajadores que en sus entrañas se ganaban el pan con su esfuerzo cotidiano.
Foto: Eduardo J. Torres.
ANECDOTARIO
- "Esta empresa fue fundada en 1901 por D. Francisco Morixe, que ya desde 1885 se dedicaba a la industria molinera, habiendo explotado uno en Campana, bajo el rubro comercial Francisco Morixe y Cia., años después dirigió el molino Rivadavia, en la Capital Federal, asociándose -asimismo- con los señores Battaglia y Costa, razón que subsistió por siete años, modificándose al cabo de ellos, para quedar la firma con los nombres de los señores Morixe y Costa durante tres años más.
En el año 1901 cambió de nuevo de rubro, registrándose el de Francisco Morixe e hijos hasta el año 1913, año en que el 3 de abril falleció el fundador, cuando ya tenía planeado el nuevo establecimiento, que constituiría uno de los mejores entre los de su género. Sus hijos, sucesores de la firma, llevaron a la práctica esa iniciativa, construyendo el edificio de la calle Rojas 49…"*.
* Fuente consultada: "El barrio de la veleta. Historia del Caballito" (Osvaldo Carlos Sidoli).
ENCUENTROS
- "Morixe Hnos. inauguró el molino en Cucha Cucha 234 en 1938, y luego se desprendió de sus establecimientos de Pigüe, Bahía Blanca y el de la calle Rojas. De este modo decidió concentrar y trasladar su fábrica y su centro de administración al nuevo molino. El "Molino de Caballito" comenzó con una capacidad de molienda de 240 toneladas diarias y acceso ferroviario para la recepción de materias primas y expedición de productos elaborados. Décadas posteriores su capacidad de molienda de trigo fue llevada a una capacidad de 750 toneladas diarias, sumándole un molino semolero de 130 toneladas diarias adicionales. Esta ampliación industrial y comercial le permitió posicionarse como una de las empresas líderes con el 4,5% de participación en el mercado interno de harinas y ser un activo exportador…".
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