ALMACEN DE BARRIO
El almacén de mi barrio
Autor: Carlos von Zedtwitz
Ciudad Autonoma de Buenos Aires
Carmen y Nicola
Muchos de nosotros recordamos con cariño al antiguo almacén de nuestro barrio. Ese que bajaba sus cortinas a la hora de la siesta.
La libreta del almacén… ¡cómo salvaba a los vecinos! La famosa libreta de tapa negra de hule. Allí se anotaba el gasto de cada día y, a fin de mes, se pagaba el total. En forma paralela, el almacenero también llevaba la cuenta en su cuaderno. Pero en el Almacén de Don Nicola y Doña Carmen la administración era distinta.
Desde los años 50 se manejaron con registros manuales. Nada de computadoras, ni cajas registradoras. La cuenta de la compra se hacía al borde del papel de envolver, éste se recortaba y quedaba en el cajón. A la noche, antes de cerrar, se volcaban a un cuaderno.
Todo clarito y, si a fin de mes no podías pagar el total, se ponía a cuenta. El almacén era algo así como un centro social y de información. Allí se conocían y comentaban todos los acontecimientos de barrio: enfermedades, noviazgos y nacimientos, entre otros tantos.
Más que comerciantes, Nicola y Carmen eran parte de nuestros amigos. En muchos casos les daban una mano a quienes tenían problemas económicos.
Si la señora Rosa no podía cargar todo, Nicola se lo llevaba con su canasta. Si nos olvidábamos de algo mientras el negocio estaba cerrado, golpeábamos la puerta de su domicilio particular y él siempre nos atendía con alegría.
No había feriados, ni sábados ni domingos. Él estaba siempre firme en su negocio.
Hoy Nicola ya no está, y Carmen lleva sus ochenta y pico de años a todos lados. Ella mira con nostalgia el almacén vació y cerrado.
Carmen aún sonríe al recordar a sus antiguos clientes. Hace años que cerró pero si usted pasa por Felipe Vallese 663 en el barrio de Caballito, todavía podrá ver el edificio. Mientras Carmen esté con nosotros existirá. Luego seguramente se convertirá en una nueva torre.
Este es un homenaje a los almaceneros de todos los barrios.
Los recuerdo... Yo tendría de 5 a 12 años, cuando mí abuela me mandaba a lo de don Nicola.. creo que Felipe Vallese se llamaba otra cosa (era canalejas??) Estaban a una cuadra de Honorio Pueyrredón.
ResponderEliminarDebe estar todo muy distinto hoy en día..llevo 22 años en Seattle y me gustaría pasear y ver esa zona , gracias por el post y por honrar sus memorias