Referido a la lucha de los vecinos del Pasaje Granville
26/5/2011
Pablo Novillo
La movida de la gente del pasaje Granville se enmarca en una tendencia de reclamos vecinales contra el avance indiscriminado de la construcción que se dio a partir de la fuerte reactivación que tuvo la actividad desde 2003, y que ahora tiende a aminorarse.
En 2002, en lo peor de la crisis económica, el Gobierno porteño recibió pedidos para construir apenas 297.867 metros cuadrados. En 2006, récord de la década, ya había llegado a 3.103.450 m2. Desde entonces la cantidad de metros comenzó a bajar progresivamente, y el año pasado se autorizaron 1.296.353.
Pero este crecimiento se dio con una particularidad: la concentración . Los constructores buscaron siempre lotes en los mismos barrios. A medida que en los lugares más buscados los lotes se fueron terminando o se encarecieron mucho, se empezó a dar un efecto "derrame" sobre los barrios aledaños. Villa Crespo creció empujado por Palermo, por ejemplo. Y dentro de los mismos barrios, crecieron hacia arriba zonas donde antes predominaban las casas bajas, como pasó en algunos sectores de Caballito.
Este acelerado cambio provocó que grupos de vecinos salieran a reclamar la protección de la identidad de sus barrios. Los primeros en organizarse fueron los vecinos de SOS Caballito, en junio de 2006, quienes consiguieron que la Legislatura pusiera un tope a la construcción en altura en más de 80 manzanas de su barrio. Este proceso fue imitado por vecinos de otros barrios. Uno de los últimos casos fue el de la gente de la zona de la avenida Salvador María del Carril entre Campana y Constituyentes, quienes también lograron que los legisladores aprobaran un tope para los edificios.
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