SANTA RITA FESTEJA
En el barrio de los pasajes están felizmente sorprendidos porque lograron paralizar una obra sombría y abusiva. Quien visite esa zona de Santa Rita que se recuesta sobre Villa del Parque, encontrará un "recorte" urbano de los que se crearon en Buenos Aires cuando sobraban terrenos abiertos. En este caso, es una zona de pasajes nacida como barriada trabajadora, de casas bajas y modestas. Una rareza del lugar es que nunca se nivelaron para abajo los pasajes, procedimiento que enrasó el relieve de nuestra ciudad. En esta parte de Santa Rita se verá que las calles de circulación general, las que atraviesan el lugar rumbo a otras partes, están a nivel, pero los pasajes suben más de un metro y muestran la comba de lomas ya idas. De hecho, el lugar es peatonal porque en varios pasajes hay que trepar escalones.
Lo que no impidió que algún genio autorizara la construcción en altura con la excusa de que el frente del terreno elegido da a una calle, aunque se adentre en la manzana y se coma vivo al pasaje. Los vecinos de esta barbaridad se constituyeron como los Vecinos Autoconvocados del Pasaje Granville, que es el afectado por el edificio. Estos vecinos recurrieron a la Justicia buscando un amparo, se comunicaron con vecinos de Caballito y Villa Pueyrredón, que les contaron experiencias similares, y finalmente tuvieron una idea que parece un desperdicio: fueron a ver a Héctor Lostri, el subsecretario de Planeamiento porteño.
Y lograron un milagro: que Lostri prometiera paralizar la obra.
Y lograron otro milagro: que Lostri cumpliera.
Como se relató en este suplemento el sábado pasado, los vecinos de Santa Rita tuvieron la original idea de repartir cintas verdes para colgar en las casas, como símbolo de una campaña contra la edificación en altura. Esta entrada al debate de la densidad urbana fue exitosa y la zona de pasajes abunda en cintas verdes. Los diputados Eduardo Epszteyn y Martín Hourest ya presentaron un proyecto para rezonificar este sector y hacer que el gobierno porteño perciba que son pasajes, con lo que no debería construirse en altura.
Pero este lunes la zona del Granville amaneció en silencio, porque la obra fue paralizada por orden de inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras. Los cinco pisos de hormigón –el diseño es el previsible bodrio sin la menor chispa– ahora le dan sombra al pasaje y ven alzarse, justo enfrente, otra mole de doce pisos, locales y garaje.
Con lucidez, los de Santa Rita crearon otro slogan para su causa: "Progreso no es destrucción, preservación no es estancamiento". Para apoyar y participar de la alegría, basta entrar en vecinosdegranville.blogspot.com
Sergio Kierman
En el barrio de los pasajes están felizmente sorprendidos porque lograron paralizar una obra sombría y abusiva. Quien visite esa zona de Santa Rita que se recuesta sobre Villa del Parque, encontrará un "recorte" urbano de los que se crearon en Buenos Aires cuando sobraban terrenos abiertos. En este caso, es una zona de pasajes nacida como barriada trabajadora, de casas bajas y modestas. Una rareza del lugar es que nunca se nivelaron para abajo los pasajes, procedimiento que enrasó el relieve de nuestra ciudad. En esta parte de Santa Rita se verá que las calles de circulación general, las que atraviesan el lugar rumbo a otras partes, están a nivel, pero los pasajes suben más de un metro y muestran la comba de lomas ya idas. De hecho, el lugar es peatonal porque en varios pasajes hay que trepar escalones.
Lo que no impidió que algún genio autorizara la construcción en altura con la excusa de que el frente del terreno elegido da a una calle, aunque se adentre en la manzana y se coma vivo al pasaje. Los vecinos de esta barbaridad se constituyeron como los Vecinos Autoconvocados del Pasaje Granville, que es el afectado por el edificio. Estos vecinos recurrieron a la Justicia buscando un amparo, se comunicaron con vecinos de Caballito y Villa Pueyrredón, que les contaron experiencias similares, y finalmente tuvieron una idea que parece un desperdicio: fueron a ver a Héctor Lostri, el subsecretario de Planeamiento porteño.
Y lograron un milagro: que Lostri prometiera paralizar la obra.
Y lograron otro milagro: que Lostri cumpliera.
Como se relató en este suplemento el sábado pasado, los vecinos de Santa Rita tuvieron la original idea de repartir cintas verdes para colgar en las casas, como símbolo de una campaña contra la edificación en altura. Esta entrada al debate de la densidad urbana fue exitosa y la zona de pasajes abunda en cintas verdes. Los diputados Eduardo Epszteyn y Martín Hourest ya presentaron un proyecto para rezonificar este sector y hacer que el gobierno porteño perciba que son pasajes, con lo que no debería construirse en altura.
Pero este lunes la zona del Granville amaneció en silencio, porque la obra fue paralizada por orden de inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras. Los cinco pisos de hormigón –el diseño es el previsible bodrio sin la menor chispa– ahora le dan sombra al pasaje y ven alzarse, justo enfrente, otra mole de doce pisos, locales y garaje.
Con lucidez, los de Santa Rita crearon otro slogan para su causa: "Progreso no es destrucción, preservación no es estancamiento". Para apoyar y participar de la alegría, basta entrar en vecinosdegranville.blogspot.com
Sergio Kierman
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