La partida inmediata de la empresa IGM Construcciones de Rosario ha dejado un manto negro en la ciudad. El Banco Central de la República Argentina rebotó 63 cheques por un monto total de 3.041.019 pesos. Desde Rosario siguen impulsando la ley de compre local porque las empresas están a la altura de las obras que se llevan adelante en Puerto Norte.
Una investigación que se publicó en el diario Cruz del Sur sacó a la luz el monto que adeuda hoy la empresa constructora Ingeniero Guillermo Milia SA. Vale recordar que hace dos semanas dejó sin trabajo en Rosario a más de 350 operarios que se desempeñaban en Forum Puerto Norte, Maui y Torreón del Río. Pero esta firma también estaba realizando trabajos en la vecina localidad de Timbúes. Allí trabajaba para la planta de Dreyfus, como también lo hacía en el barrio porteño de Caballito, donde participaba de la construcción de una torre en Mendes de Andes 655.
Como explicaron en su momento empresarios referentes de las desarrolladoras locales, lo que ocurrió con IGM fue un problema netamente financiero que bien podría tener relación con los bajos costos que manejaba y la cantidad de canjes de departamentos que habría adquirido.
Una extensa lista de cheques rechazados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) explica esta situación. Según la publicación de Cruz del Sur, desde el 11 de noviembre al 16 de enero pasado le rebotaron a Ingeniero Guillermo Milia SA 63 cheques por un monto de 3.041.019 pesos. La mayoría de los cheques pertenecen a los bancos Provincia de Buenos Aires, BBVA Francés, HSBS Bank Argentina, Banco de Inversión y Comercio Exterior, Macro, Industrial y Santander, entre otros.
A modo de repaso, en Rosario la firma comandada por Guillermo Milia desembarcó en 2008 aproximadamente, con precios buenos para el mercado de la construcción. Ricardo Griot, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Rosario, volvió a insistir este miércoles por una ley de compre local. Es que como también lo había mencionada días anteriores Rubén Llenas, gerente de la CAC Rosario, que esto fortificaría al sector de las constructoras rosarinas o de la provincia con lo que ello implica (más trabajo, más inversión). Los empresarios de este rubro salieron inmediatamente a aclarar que estas cosas podrían resultar mejor si se contrataran a empresas de la región, ya que existen muchas que están a la altura de los emprendimientos de Puerto Norte.
La constructora que nació en Olavarría a principios de 2000 cambió sugestivamente de nombre el 30 de noviembre de 2005, cuando pasó de llamarse IGM a Ingeniero Guillermo Milia SA, una formalidad que muchas veces las empresas utilizan para cambiar de cara, anuncia la investigación.
Redacción ON24
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