Construida en 1864, es la más antigua de Caballito. Allí vive Clelia Luro, viuda del sacerdote, símbolo del celibato optativo y de la lucha por una Iglesia renovada. El gobierno porteño habilitó la construcción, al lado, de una torre de diez pisos.
Por:
Gustavo Sarmiento
El otro día estaba llorando, diciéndole a Jerónimo y a Dios que ya paren la mano, toda la vida la pasé luchando pero ahora quiero un poco de paz, y se me aparece esto de al lado que me vuelve loca." Las palabras pertenecen a Clelia Luro, viuda del ex obispo católico de Avellaneda, monseñor Jerónimo Podestá, y hacen referencia a la situación que padece desde septiembre del año pasado, cuando comenzaron a construir una torre de diez pisos lindera a su casa, declarada de "interés cultural" por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2004.
La histórica vivienda de tipo colonial se ubica en la Avenida Gaona 1367, a metros de la estatua del Cid Campeador, y su construcción, que data del año 1864, la transforma en la más antigua del barrio de Caballito.
El peligro de derrumbe motivó que tanto su dueña como organizaciones sociales presentarán amparos solicitando el freno de la obra en el predio contiguo, y la primera respuesta de la justicia fue positiva: el juez porteño Guillermo Scheibler ordenó al gobierno de la Ciudad que proteja la vivienda, y que envíe los informes de habilitación de la obra de Gaona 1343, donde ya terminó la fase de demolición.
La protección de la casa de Jerónimo Podestá no se rige sólo por su declaración de interés cultural (lo que se puede leer en una placa ubicada en la entrada de la casa), sino también por la Ley 3056, que resguarda a los inmuebles construidos antes de 1941, por lo que el magistrado ordenó al Ejecutivo porteño que "para que no se torne ilusorio el derecho que se pretende proteger, tome los recaudos necesarios para impedir cualquier acción que implique alguna alteración en el inmueble".
La casa está ubicada en un centro de manzana y perteneció al hijo de Cuitiño, el mazorquero de Juan Manuel de Rosas. El matrimonio Podestá-Luro, emblema mundial de la lucha por el celibato optativo y una Iglesia renovada y abierta, se mudó allí en 1981, tras el exilio, y en esa casa se concreta todos los años la reunión de la Federación Latinoamericana de Curas Casados y sus Esposas. "La casa estaba destruida, pero me enamoré. Vi ese patio y me sentí fuera de la ciudad, una casa de campo en pleno centro de Buenos Aires", expresó Clelia, y agregó: "Hasta ahora, con el movimiento del camión ya se me movían la cama y el piso. Este lugar es patrimonio histórico, no pueden edificar al lado. Lo saben los arquitectos y lo sabe el gobierno de la Ciudad."
La obra lindera se frenó hace unos meses por falta de permisos, pero se reanudó tres semanas atrás. Clelia lo denunció al 147, pero nadie se acercó a constatar la situación, por lo que el defensor adjunto del Pueblo, Gerardo Gómez Coronado, recibió su inquietud y envió tres notas al director general de Fiscalización y Control de Obras, Mario Boscoboinik. Desde esa repartición informaron a este diario que, según los inspectores que visitaron la obra, "la casa no tiene ningún daño producto de la obra, las rajaduras que presenta son de vieja data y se encuentra en mal estado por falta de mantenimiento y conservación."
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