martes, 10 de julio de 2007

Suspenden por 90 días nuevos permisos de obra en seis barrios

Son zonas de Caballito, Villa Urquiza, Coghlan, Núñez, Palermo y Villa Pueyrredón. Alcanza a construcciones nuevas de más de 13 metros de altura y ampliaciones. Es por el temor de los vecinos al colapso de servicios.







Daniel Gutman dgutman@clarin.com

Buscando tomar la iniciativa política ante las crecientes protestas vecinales por el boom de la construcción de edificios en distintas zonas de la Ciudad, el jefe de Gobierno ordenó ayer la suspensión del trámite de nuevos permisos de obras en áreas de seis barrios porteños.

La medida tomada por Jorge Telerman, que había sido anticipada el domingo por Clarín, involucra a las zonas llamadas "de alta densidad" (identificadas como R2A, C3 y E3 en el Código de Planeamiento Urbano) dentro de los barrios de Caballito, Villa Urquiza, Coghlan, Núñez, Palermo y Villa Pueyrredón.

A partir de hoy, cuando el decreto se publique en el boletín oficial y entre en vigencia, sólo se tramitarán los permisos de obra nuevos para esos seis barrios cuando se trate de construcciones de hasta 13,50 metros de altura (esto es, planta baja y dos o tres pisos). La medida no afectará a las obras que ya está iniciadas o a las que ya tienen sus permisos otorgados.

Según cifras oficiales, la cantidad de metros cuadrados construidos en estos barrios ha aumentado últimamente a un ritmo del 2% anual o más, cuando la media histórica de Buenos Aires oscila entre 0,5 y 0,6% por año. Son los de mayor crecimien to en la Ciudad junto a Puerto Madero, un barrio nuevo pensado para que se construyan torres.

Sólo el 3% de los permisos de obra otorgados en el último semestre en los barrios en cuestión corresponden a casas y el 97% a edificios. En el primer semestre de este año, estos seis barrios concentraron un 44% del total de autorizaciones otorgadas en toda la Ciudad, con 487.500 metros cuadrados.

En el plazo de tres meses que se abre hoy, el Gobierno dice que "se chequeará de manera definitiva el estado y nivel de la infraestructura de servicios públicos en estos barrios". Es que el principal argumento de los vecinos que se oponen al crecimiento indiscriminado de la construcción es una supuesta afectación a la calidad de los servicios, que en algunos casos ya se estaría sintiendo.

"Hoy (por ayer) me reuní con las empresas de luz, agua y gas para que tengamos en muy poco tiempo un mapa fehaciente de cuál es el estado de infraestructura en servicios", dijo Telerman.

Su ministro de Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi, agregó: "Actualmente no hay ningún grado de colapso. Pero queremos tener claro qué puede pasar en los próximos años si se mantienen estos niveles de crecimiento".

Especialistas consultados por este diario, pronosticaron que la Ciudad puede aguantar entre 10 y 15 años con los actuales niveles de construcción sin que haya problemas con los servicios.

En los considerandos del decreto se hizo mención directa al fallo dictado la semana pasada por la jueza Alejandra Petrella, que ordenó la suspensión del otorgamiento de permisos de obra en 16 manzanas de Caballito. Fue a pedido de un vecino de ese barrio, que planteó el peligro del colapso de los servicios.

Entre las acciones que el Gobierno de la Ciudad prometió llevar a cabo durante esta "tregua" al otorgamiento de permisos de construcción en los seis barrios, figuran:

· Promover ámbitos de debate con los vecinos de los seis barrios involucrados, para que puedan opinar sobre el modelo de edificación que prefieren. Así, se promete que se abrirán espacios para que todos puedan opinar en los CGP comunales, la Legislatura y foros vecinales.

· Proponer a la Legislatura una modificación en la ley 123, de impacto ambiental. Esta norma sólo exige la presentación de un estudio en la materia (que analice la afectación sobre la red de servicios o el tránsito de la zona) en los casos de edificio con más de 10.000 metros de construcción. La idea sería bajarlo a 7.000.

· Reglamentar la ley de ruido. La Legislatura ya la dictó pero el Ejecutivo nunca la llevó a la práctica. Allí se establecería que en las obras en construcción se puede trabajar los días hábiles entre las 7 y las 22, ya que actualmente no hay ninguna norma que impida trabajar durante la noche o los feriados.

· Controlar que las obras cumplan con la normativa que existe, ya que actualmente el Gobierno de la Ciudad no las sanciona cuando, por ejemplo, trabajan con máquinas y materiales en las veredas.

Al mismo tiempo que anunció la medida, Telerman buscó dar una señal de que el Gobierno no buscará detener el crecimiento de la actividad: "Por supuesto, la construcción va a seguir en la Ciudad. Todo indica que en los próximos tres años vamos a triplicar la cantidad de construcciones. Esto habla de inversiones, de mano de obra, de trabajo".

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