NOTA Nº 1. EL TRÁNSITO
En la Legislatura flota un proyecto de Ley, impulsado por el P. Ejecutivo de la Ciudad que propone Normas Urbanísticas Especiales para un predio de dominio privado, de propiedad de Alto Palermo S.A. (IRSA) Se trata de cambiar la zonificación residencial actual para admitir la instalación de un Centro Comercial de Servicios Terciarios y Equipamiento, con 40 metros de altura y un FOT 3.
El proyecto refiere a tres cuadras de terrenos en Av. Avellaneda, desde Olegario V. Andrade a Fragata Sarmiento, que se destinarían a un "shopping" con locales, cines y "patios de comida". Estamos hablando de una edificación de 75.000m2, más otros 50.000m2 destinados a cocheras. Un total de 125.000m2.
SOS Caballito propone un espacio de discusión sobre el asunto, entendiendo que, por un básico criterio democrático, una modificación urbanística tan importante que afectaría negativamente las condiciones de vida del barrio por el que tanto luchamos no puede hacerse atendiendo sólo a intereses económicos de una empresa.
Es necesario urbanizar el gran espacio vacío alrededor de la estación Caballito, apenas cubierto por instalaciones de entidades sin fines de lucro, como Ferro Carril Oeste o La Estación de los Deseos y comercios con tenencias precarias sobre algunos sectores. Cabe reconocer y atender al deseo de los vecinos que esperan que "algo" se haga por mejorar esa situación. La respuesta al deseo de los vecinos no debe ser un "negocio" que destruirá nuestra calidad de vida.
En oposición al proyecto cabe señalar, entre otros problemas, el serio impacto ambiental negativo con el tránsito y los servicios; el cierre de un acceso franco desde la zona norte al proyectado Parque del Bicentenario; una mayor inseguridad; la destrucción del comercio minorista vecino; la pérdida de parte de un área, como la ex -playa de cargas, que atesora un valiosísimo material urbanístico e histórico irrecuperable, vinculado a nuestra identidad y muchos otros. Se trataría de una verdadera devastación del barrio.
Como primer ejemplo, tomemos el tránsito. En el sector planteado, la Av. Avellaneda es de alto tránsito, importante vía de acceso hacia el centro de la ciudad, cuyo ancho, dos cuadras más adelante, se reduce a dimensiones de calle, convirtiéndose en un cuello de botella. El nuevo puente sobre las vías, por errores en el diseño de accesos y salidas, en las horas pico es una calle de tránsito lentísimo, con embotellamientos de hasta cuatro cuadras, colaborando con el caos habitual de Av. Rivadavia.
Cuando se realizan actividades multitudinarias (deportivas, artísticas o políticas) en el estadio de Ferro Carril Oeste, la Policía corta el tránsito de Avellaneda y lo desvía a las angostas calles internas, con semáforos que no prevén el paso de tantos vehículos, atascando la Avenida y calles adyacentes. ¿Qué pasaría al sumar el movimiento de visitantes, trabajadores y vehículos de transporte propios de un centro comercial, todos los días y con horarios mucho más extendidos que los del uso del estadio?
A la altura del supuesto emprendimiento, las calles del sector norte de Caballito se caracterizan por ser vías de transito barrial, poco transitadas, entre otras cuestiones por el trazado con varias diagonales y cortadas y también por la barrera infranqueable que genera la propia ex -playa de cargas del ferrocarril y los pocos cruces existentes. Esto permite a los vecinos disfrutar de una situación exenta de las dificultades que crea el exceso de tránsito, aglomeraciones, ruidos, falta de estacionamiento, riesgos para el peatón, en suma de la calidad de vida que eligieron para vivir.
SOS CABALLITO - 21-5-2012
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