NOTA DE SERGIO KIERMAN EN PAGINA 12 // 25 AÑOS ............................................................................................................. Hasta el lenguaje cambió. Cuando PáginaI12 comenzó a decir que un edificio patrimonial era destruido y no demolido, parecía una toma de posición drástica. Hoy la palabra se desliza hasta en diarios muy cuidadosos de no ofender a sus avisadores corporativos. Hasta hace muy poco, preservar el patrimonio era cosa de nostálgicos que querían "transformar la ciudad en un museo", como dijo en público más de un arquitecto encumbrado. Hoy nadie se anima a hacer el ridículo con semejante frase, ni siquiera los arquitectos. El gobierno porteño de Mauricio Macri fue tomado completamente por sorpresa por este tipo de política, que le creó dolores de cabeza inesperados. La cantidad de amparos judiciales que paralizaron obras públicas y privadas, obligando a la Ciudad a defender sus actos en tribunales es notable. El crecimiento de las ONG urbanas –de Basta de Demoler, de Proteger Barracas, de SOS Caballito, de la Protocomuna– es un derrame que llega a los rincones urbanos más perdidos, despertando a vecinos. Las agendas son apolíticas y tremendamente políticas a la vez: conservar un empedrado, frenar un negoción, parar una renovación urbana. Y si los verbos son siempre negativos –conservar, frenar, parar, detener, impedir–, las acciones no son pasivas. Es que hacer que algunos escuchen allá arriba requiere niveles de energía realmente alto. |
viernes, 1 de junio de 2012
REIVINDICACION DE LA LUCHA DE LOS VECINOS
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