Hoy a las 19.30 horas mas o menos, la bocina del tren asesino que viniendo del Once cambia de
vía a 250 metros, del cruce con Rojas me hizo girar la cabeza y ver un joven cuerpo congelado
de pié entre los dos rieles (iluminado a full por el intenso foco del tren y un segundo después el
impacto y el cuerpo despedido hacia delante que terminó siendo arrollado por la misma
formación que ya frenaba. Impotencia de 15 años trascurridos y en los que vuelvo mes a mes a
ser testigo de como bomberos juntan pedazos bajo los vagones mientras la policía y el SAME
apoyan logísticamente.
Foto – vecino de Caballito a quien el tren le perdonó milagrosamente
la vida pero le dejó una cicatriz como las que el Zorro dibujaba en la
frente de sus enemigos con la espada.
Hoy fue una adolescente la mujer sacrificada por la inoperancia de
quienes en el barrio hace ya 12 años deberían haberse preocupado por esa trampa, que solo
logran evitar los vecinos experimentados ó quienes tienen la fortuna de no ser llamados (por
el señor a quien Bergoglio representa en Roma) cuando cruzan las vías de la calle Rojas.
No sirvo para nada, mis protestas ante el representante de la empresa privada (hace 15
años) con vecinos "participativos" como testigos en asamblea, y otras reuniones vecinales en
Iglesias de diferentes credos no alcanzaron para que la Empresa de Ferrocarriles se aviniera a
colocar carteles aclaratorios de LA TRAMPA, a ambos lados de la vía. Los carteles "globalizados"
que la inteligencia deshumanizada de la empresa siempre mantuvo en el lugar, son una burla.
Es como hacer una calle peatonal muy sinuosa (para argentinos) que cruce repetidamente el
recorrido del encierro-maratón de toros en el San Fermín colocando si carteles bien legibles
que digan: "QUE NO TE METAN LOS CUERNOS". Nunca la empresa se atrevió a romper con la
hipocresía y alertar sobre el tren traidor, simulador, que engaña al transeúnte ocasional y lo
mata. Será que no quieren perder juicios. O SERÁ QUE HAN PERDIDO EL "JUICIO". Pero hoy
vecinos… hemos sacrificado a una jovencita, promesa de un mundo mejor. Me avergüenzo
de no haber podido convencer ú obligar a la empresa en todos estos años. Aprovecho el
momento para reputear con mucha bronca a esos "vecinos", que muchas veces se deleitaron
arrancando mis carteles de aviso de esta trampa mortal, que yo colgué innumerables veces de
las barandas que bordean el cruce peatonal de las vías. Porque vivo en Rojas 129 y siempre
me dolieron las muertes evitables. ¡ HIJOS DE PUTA! Trabajan para la muerte, porque están
muertos en vida, no son vecinos.. son ¡ MISERABLES ! Pero seguramente el señor Miambrich
jefe de la Comuna, una de cuyas funciones es evitarnos disgustos, logrará que flamantes carteles
sean colocados por la empresa y de esta forma se salven, aunque sea quienes sepan LEER.
Pero carteles con advertencias INTELIGENTES. Los acompaño en el sentimiento a todos. Hemos
perdido una nieta, una hija, una sobrina, una vecina, una porteña, una bonaerense, una argentina.
Pero cuidado, conociéndo a mas de un vecino deberíamos preguntarnos ¿pero si era peruana, ó
boliviana, de esas que van al Durand y nos usan la gasa y el acohol que nos pertenece? Deberíamos
preocuparnos… ¿ ó acaso tienen alma esas gentes ?
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