NUMERO 3 – 6.12.11
LOS ÁRBOLES DE CABALLITO
(Los agarramos con las manos en la masa)
Quienes vivimos en Caballito o paseamos por allí nos fuimos sorprendiendo día a día al ver como se iban destruyendo los árboles a raiz de una poda indiscriminada y realizada por manos inexpertas.
La hermosa arboleda de uno de los barrios mas lindo de la Ciudad se ha ido convirtiendo en algo antiestético y peligroso tanto para los vecinos como también para los autos estacionados en la zona.
Ramas que crecen más allá de lo prudente y a punto de caer, raíces que se introducen por debajo de las casas para compensar los cortes mal realizados. Alumbrado público cubierto por las ramas no podadas que generan oscuridad produciendo natural intranquilidad entre los vecinos.
La tarea de poda debe ser realizada por personal con conocimientos. Es importante realizar los cortes donde corresponden y de la forma correcta, no es una tarea para inexpertos. El resultado de la mala labor se ve en el tiempo cuando los árboles se empiezan a secar, las ramas crecen de la mala manera y sin el equilibrio de la naturaleza, las cortezas se dañan y finalmente aquella arboleda, de la cual nos sentíamos tan orgullosos, termina irreparablemente deteriorada.
Pero como si esta situación de descontrol fuera poco, los vecinos de Caballito nos vimos sorprendidos cuando el Gobierno de la Ciudad cortó un árbol que le molestaba a un negocio recién instalado.
Se trata de una agencia de autos cuyo local se construyó en el terreno que era propiedad del Club Italiano sobre la avenida Rivadavia, llegando a Campichuelo. Los vecinos de Caballito vimos con tristeza como desaparecía el frente de uno de los edificios emblemáticos del barrio avasallados por alguien que no respetó en su frente la característica del edificio original, cosa que si ocurrió, por suerte, en la otra parte del edificio vendido por el Club.
Pero esta agencia de autos no solo avanzó sobre la destrucción de la línea arquitectónica del edificio sino que logró que le sacaran de raíz el árbol que le tapa el frente del moderno negocio. Pero esta tarea, que para cualquier vecino del barrio es algo prácticamente imposible, esta empresa logró que el propio gobierno porteño eliminara el árbol molesto que cubría su imponente vidriera.
Como se puede ver en las fotos el árbol en cuestión no estaba seco, sino que se ve al personal del Gobierno de la Ciudad cortando el tronco a ras del piso y alrededor se encuentran las ramas frescas que estaban en el citado árbol.
Esta es una clara muestra de que todos no somos iguales para el Gobierno de Macri. Un vecino común del barrio si poda o elimina un árbol sería denunciado y sancionado por el Gobierno, como corresponde, porque tiene la obligación, como fija la ley, de proteger la flora la del Ciudad.
Pero esto es distinto si se trata de una gran empresa privada, aquí no sólo se le permite destruir el árbol sino que la tarea estuvo a cargo del personal de la Ciudad que pagamos entre todos. Una verdadera vergüenza.
E-mail: fup.comuna6@gmail.com
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