Con respecto al proyecto de construir bares y comederos en plazas, parques y espacios públicos, se han traído como ejemplos los de otras ciudades. "Clarín", en dos oportunidades, publicó como ejemplo una foto del Parque Güell, de Barcelona, apoyando el proyecto; y un asesor macrista brindó, días pasados, el ejemplo del Central Park de Nueva York. Veamos.
a) El Parque Güell mide 17,18 hectareas, esdecir, 171.800 m2. Está ubicado en un barrio donde no hay bares cercanos, y para llegar exige trepar a pleno sol por escaleras a una altura considerable. En parte, y sólo en parte, esa escalera es mecánica. Cuando el visitante llega a la cima, por supuesto no puede descender a beber algo, porque subir la colina nuevamente puede llegar a terminar con su vida. Allí se justifica un lugar para beber y comer algo, lo que no ocurre en Buenos Aires con las plazas y parques barriales, rodeados de bares y en la llanura, además de medir bastante menos que ese Parque maravilloso, obra de Gaudí.
b) El Central Park neoyorquino mide 4.000 metros de largo por 800 de ancho. Es decir 3.200.000 m2, o sea 320 hectareas. Ese parque es ocho (8) veces más grande que El Vaticano y dos (2) veces más grande que el principado de Mónaco. Además, alrededor hay elegantes residencias y un museo, pero salvo en un extremo, los bares cercanos escasean. Por cierto, el ejemplo tampoco es feliz.
Pedro Kesselman
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